martes, febrero 22, 2005

A fumar, a fumar,... que el mundo se va a acabar!




En estos tiempos que corren, todavía la gente no se da cuenta que la prohibición lleva a la desobediencia, como la miel atrae a los osos. Cuanto más oigo por los distintos medios de comunicación que si el tabaco es malo, que si fumar perjudica la salud, que si la abuela fuma... Me dan ganas de fumarme un paquete entero. Pero dónde vamos a llegar! Si ya no voy a poder fumarme un cigarrito en donde quiera (siempre respetando a los demás) pues a mi me da mucho por culo. Si me tengo que ir a la calle, pues me voy. Que en Renfe no me dejan fumar en una estación (que está al aire libre), pues le darán por el mismo y la próxima vez iré en coche o en burro si hace falta. No me hace gracia que me prohiban hacer algo y por ello abogo por el CIGARRO-POWER.


GuR!