domingo, enero 07, 2007

Cómo nos duchamos...

Este post es una adaptación un tanto libre de un texto en inglés que me encontré el otro día navegando por la red de redes. Pretende ser una visión graciosa de las diferentes formas de ducharse que tienen hombres y mujeres. ¡Guerra de sexos!


Cómo se ducha la mujer...
Se quita la ropa y la va clasificando en los cestos de la ropa sucia según es ropa de color o no. Camina hacia el baño con un albornoz gigante. Si ve a su pareja por el camino, se tapa más todavía, para que no se le vea ni el tobillo. Se mira al espejo, hace notas mentales del tipo, tengo que hacer más ejercicio y similares. Entra en la ducha. Utiliza una esponja para la cara, otra para los brazos y otra para las piernas. Se desescama el cuerpo con piedra pómez. Enjabona su cabeza con champú de pepino que contiene otras 43 vitaminas añadidas. Se enjabona de nuevo el pelo para estar segura de que quede limpio. Se da acondicionador de menta de pomelo. Se da friegas faciales de albaricoques machacados durante 10 minutos hasta que se queda roja. Se aclara el acondicionador del pelo. Se depila sobacos y piernas. Apaga la ducha. Se echa aceite por el cuerpo. Sale de la ducha. Se seca todas las partes mojadas de su cuerpo con una toalla del tamaño más grande que se haya visto jamás. Envuelve el pelo en una toalla super-absorvente. Vuelve a la habitación con el mismo albornoz gigante de antes y con la toalla en la cabeza. Si ve a su pareja, se vuelve a tapar hasta las orejas.

Cómo se duchan las hombres...
Se quita la ropa sentado en la esquina de la cama y hace un ovillo con ella, la tira a un rincón y allí la deja. Camina desnudo hacia el baño. Si ve a la pareja por el camino, la intenta meter mano, si no se deja se la coje y la da vueltas gritando "woo-woo". Se mira al espejo. Contempla entusiasmado el tamaño de su "vecina de abajo" y se rasca el culo. Entra en la ducha. Se lava la cara. Se limpia los sobacos. Se suena los mocos, dejando que éstos se escurran con el agua entre sus manos. Se echa pedos y se ríe de lo que retumban en el baño. Pasa la mayor parte del tiempo limpiándose las partes pudendas y alrededores. Se limpia el pelo. Hace una guerra de espuma, tirando la mitad fuera. Sale de la ducha. Se seca parcialmente. No se da cuenta del agua caída, porque la cortina del baño estuvo todo el rato por fuera del mismo. Vuelve a admirar el tamaño de su "amiga". Deja las cortinas del baño abiertas, la alfombrilla mojada y con la luz y el ventilador encendidos. Vuelve a la habitación con la toalla alrededor de la cintura. Si pasa su pareja, se quita la toalla y la intenta meter mano, si no se deja vuelve a repetir el extraño ritual de apareamiento "woo-woo". Tira la toalla mojada encima de la cama.


En fin, que como siempre nos pitan bastos a los hombres, pero bueno, me imagino que habrá que seguir aguantando el tirón...

GuR!