jueves, agosto 17, 2006

Salamanca, alma mía


Sueño de altos horizontes
que rompen desde el suelo.

Atalayas se imponen arrogantes
llorando el mar desde sus paredes.

Pueblos, villas, torres...
casas, cielos, rojos...

Marejadas de risas en sus calles
sombrías y ciegas.

Reina de castillos y leones enjaulados,
princesa de mis cuentos e infancia anhelados.

No me expliques lo que ves,
te oigo sincero.


Tienes ante tí,
duelos de historia consumidos.

Lejos de perderte,
cerrada a tus muros.
Cerca de encontrarte,
abierta a mí.

Me has robado la inocencia,
me hicíste hombre a tus puertas.

Teatro de tus calles.
Fiesta en tus canales.

Perdido estuve, te encontré.
Hallado perdido, te disfruté.